jueves, 22 de enero de 2015


 Viajar es una forma de expandir nuestras fronteras. De expandir la mirada. Es una de las tantas formas de ver más allá de lo conocido. Puede ser el medio de mezclarnos con otra gente, con personas con una mirada diferente. Una forma de comprender mejor nuestra propia identidad y de cómo el lugar en el que nos tocó nacer pudo influir en la persona que somos hoy. Puede ser el medio de llevar a la práctica lo que alguna vez leímos en algún libro.
 Viajar es parte de un proceso. Es parte del viaje de la vida. Es un proceso de aprendizaje. No es solo aventura, diversión y disfrute. Es mucho más que eso. Es una búsqueda. No de un lugar, no de una pasión. Es una búsqueda interna. Viajar es solo el medio. Es un estilo de vida. Un estilo de vida con el que hoy me siento plena. Con el que cada día abro los ojos y soy feliz. Viajar es hoy la forma de vida que me hace sentir bien y, consecuentemente me permite adentrarme hasta lo más profundo de mi ser. No se trata de un lugar. Se trata de lo que esta forma de vida me hace sentir. Hoy elijo hacerlo de ésta manera.